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Postizas

fotografíaLos orígenes de las postizas se pueden remontar a la prehistoria de la raza humana; considerando que uno de los medios de expresión artística del hombre primitivo es el baile rítmico, se podría proponer que algún tipo de "postiza" fuera uno de los primeros instrumentos musicales, entre otras cosas por su extremada sencillez y forma de poder marcar el ritmo. Las "postizas" o castañuelas primitivas se encuentran en, prácticamente todos los continentes.

En nuestra Península Ibérica el referente más antiguo de las postizas es la "crusmata ibérica", que estaba formada por dos piezas de madera, dos grandes vieiras, o simplemente dos piedras planas, que al chocarlas entre sí producían un armonioso sonido. Los músicos y bailarines que las tocaban las sujetaban entre los dedos y la palma de su mano, mediante unos cordones que atravesaban dos agujeros.

Es cierto que, casi todo el mundo le denominaría a nuestras "postizas" castañuelas, sin embargo son ligeramente diferentes. Las postizas son más abombadas y ahuecadas, consiguiendo con ello un sonido mucho más fuerte y grave. La castañuela española, a diferencia de lo ocurrido en otros paises, es la única que ha evolucionado y cambiado a través del tiempo. Bailarines y músicos la han ido adaptando a las necesidades de la buena ejecución de los sones y danzas de su tierra.

Las postizas se componen de dos partes: el macho y la hembra. La hembra tiene el tono más alto que el macho, empleándose ésta para repiquetear.

El material con se confeccionan las postizas es la madera. En Murcia, la madera más empleada para ello suele ser la de jinjolero, aunque también se pueden confeccionar de maderas duras tales como el pino, el nogal, o el roble.

Son, sin lugar a dudas, las postizas las que le confieren un carácter identificativo a los ritmos de nuestras danzas y sones, resultando muy atractivas para aquellos que no han sentido nunca su sonido tan especial.